El paseo I
5.30am....
Seguimos caminando unas cuadra mas, el sol seguía ascendiendo y nosotros arrastrando los pies sobre las baldosas, dejando atrás la mirada de los porteros que baldeaban la vereda, del tráfico que se hacía cada vez más nutrido, y de las viejecitas que salían a comprar el diario Clarín con la revista de los domingos...je!
Dos cuadras después de aquellos diez segundos de espera inútil, un auto rojo con tres ocupantes masculinos (dos muy lindos – el otro no) tocan bocina y miran...Nosotros miramos y detuvimos un instante la marcha para darnos cuenta que el auto dobló en la esquina que habíamos dejado atrás, para retomar la calle paralela a la avenida y (supusimos) encontrarse con nosotros de frente nuevamente, un par de calles después.
Decidimos apurar el paso, (con que facilidad se me pasó el dolor en las piernas...!!!), para tratar de alcanzar aquel auto y tener nuestra mañana ideal...Nuestra suerte estaba a punto de cambiar!...
(continuará)
Salida del boliche céntrico. Veníamos locos de bailotear, de rozar y de apretar, pero no habíamos conseguido llevarnos nada a casa. El sol iba saliendo afuera, y nosotros, mi amigo PG y yo salíamos de adentro...Era otoño, (yo botas texanas – no es un detalle menor – téngalo en cuenta)...mañana agradable, pero había que caminar y mucho para llegar a nuestros respectivos hogares.
Seguimos caminando unas cuadra mas, el sol seguía ascendiendo y nosotros arrastrando los pies sobre las baldosas, dejando atrás la mirada de los porteros que baldeaban la vereda, del tráfico que se hacía cada vez más nutrido, y de las viejecitas que salían a comprar el diario Clarín con la revista de los domingos...je!
Dos cuadras después de aquellos diez segundos de espera inútil, un auto rojo con tres ocupantes masculinos (dos muy lindos – el otro no) tocan bocina y miran...Nosotros miramos y detuvimos un instante la marcha para darnos cuenta que el auto dobló en la esquina que habíamos dejado atrás, para retomar la calle paralela a la avenida y (supusimos) encontrarse con nosotros de frente nuevamente, un par de calles después.
Decidimos apurar el paso, (con que facilidad se me pasó el dolor en las piernas...!!!), para tratar de alcanzar aquel auto y tener nuestra mañana ideal...Nuestra suerte estaba a punto de cambiar!...
(continuará)
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